lunes, 6 de octubre de 2008

LOS NIÑOS ANTE LA MUERTE


Recopilado por Eliana Bermúdez Cardona


Como adultos tenemos el deber de enseñar a los niños que en la vida no todo son cosas buenas y agradables. Hay que mostrarles que también existe sufrimiento, dolor y muerte. Es por esto que se les debe preparar para que en el momento de afrontar la pérdida de un ser querido o de una mascota, sepan tomar esta situación con serenidad y sin traumas.


Es importante conocer los procesos naturales de un niño ante la muerte y las preguntas que él o ella se hacen en cada etapa de su infancia. Esto le ayudará a usted como adulto ( educador o padre) a estar preparado para las respuestas que el niño pedirá. Las primeras preguntas sobre la muerte empiezan hacia los cuatro o cinco años de edad y reaparecen más tarde con virulencia en la preadolescencia. El proceso que sigue es el siguiente:


HACIA LOS 4-5 AÑOS: Empiezan a preguntar sobre la muerte, pero la entienden como algo reversible, como si el muerto se hubiera ido de viaje y pudiera reaparecer en cualquier momento. En esta edad ellos identifican la muerte y la vida de una manera muy borrosa. Relacionan la muerte con enfermedad y dolor. Junto al miedo por su propia muerte, aparece la angustia por la muerte (ausencia) de sus padres.


ENTRE LOS 5 Y 10 AÑOS: Los niños empiezan a comprender que la muerte es un estado permanente. Son más conscientes que algunas cosas que han desaparecido, simplemente no volverán y les interesa saber qué le pasa a la gente que se muere. Es en esta edad que personifican la muerte a través de monstruos, la relacionan con catástrofes naturales o la reproducen en sus dibujos.


A PARTIR DE 8 o 9 AÑOS: Se da cuando el niño ya entiende el ciclo de la vida y descubre conscientemente la obligatoriedad de la muerte, así como el hecho de irreversibilidad de la misma. Comprende que él también morirá llegado el momento. A esta edad se preguntan por el sentido de la vida y si sufren alguna pérdida cercana, temen por la suerte de los que han sobrevivido.


¿Debe el niño participar en las celebraciones de duelo, despedida, funeral, etc. de sus seres queridos?
Los psicólogos se definen porque sea el niño quien decida. Si quiere ir que vaya, pero nunca debemos obligarlos a asistir. Sin embargo, este es el momento preciso para empezar la educación alrededor de la muerte. Un niño está en capacidad de asumir un ritual de muerte y para ello es muy valioso que un adulto de su confianza esté siempre cerca de él para responder a cada una de las preguntas que se suscitan en medio de una ceremonia de despedida. Después de la muerte de un ser querido hay que hacer un seguimiento al niño para comprobar que no se trastornen sus costumbres: comida, sueño, colegio, deseo de estar solo, etc. Si esto sucede es importante que lo vea un especialista.


FACILITE EL DUELO: Para ayudar efectivamente al niño a enfrentar saludablemente la muerte de un ser querido, es imprescindible conocer su proceso normal de aflicción; la concepción de la muerte que corresponde a su edad y su desarrollo psicológico, entre otros factores. Lo cierto es que este proceso debe estar siempre acompañado de un lenguaje sencillo por parte del adulto, evitando explicaciones complicadas o que estimulen sus fantasías y concepciones equivocadas de la muerte. Se debe facilitar también, en la medida de lo posible, la participación del pequeño en los rituales y demostraciones de duelo en las que participe la familia.
Es preciso que los adultos eviten los eufemismos para designar los asuntos de la muerte, utilizando frases como “Se fue a un largo viaje”, “Se fue para el cielo” “Desde ahora será tu ángel protector”, “Ahora tienes una estrella en el cielo”. Esto lo único que hará es darle una visión fantasiosa de la muerte, evitando que el niño se disponga al verdadero proceso de asimilación de los hechos.


FACTORES QUE INFLUYEN EN CADA CASO
La forma en que un niño se adapta o acepta la pérdida de un ser querido o una mascota, depende de varios factores como:


· Su edad en el momento de la pérdida y su entendimiento de la muerte.
· Su contorno familiar: creencias religiosas, culturales, etc.
· Su acercamiento a lo perdido: si es alguno de sus padres o hermanos, o un abuelo o un primo.
· Las características de la pérdida: muerte repentina, una larga enfermedad o por violencia.
· La sensibilidad y ayuda de los miembros supervivientes de la familia ante sus sentimientos y necesidades emocionales.
· Su propia experiencia en pérdidas anteriores.


En todo caso, las siguientes recomendaciones pueden ser útiles en el momento de acompañar el duelo de un niño :



  • No evite hablar de la muerte.

  • Anime al niño a expresar sus sentimientos.

  • No le diga a los niños algo que después deberán desaprender.

  • Responda a sus preguntas con honestidad.

  • No hable más allá de su nivel de comprensión.


Ejercicio


1. Lee atentamente el cuento la abuelita de arriba, la abuelita de abajo y analiza la representación de la muerte en el protagonista
2. Ingresa al portal del Dr Montoya Carrasquilla(http://montedeoya.homestead.com/duelos.html) y ubica los cuestionamientos alrededor de la muerte para ser trabajados con un niño de 4-7 años y otro entre los 8 y los 11 años. Luego realiza un análisis de los hallazgos.

www.buzoncatolico.com y Guía para el Duelo Funeraria San Vicente

martes, 23 de septiembre de 2008

EL SENTIDO DE LA ENFERMEDAD
Recopilado por Eliana Bermúdez Cardona


¿Cuál podría ser el significado de una enfermedad? Las respuestas pueden relacionarse con:

1. La persona que padece la enfermedad tiene la responsabilidad de encontrar un sentido trascendente a ese padecimiento (sentido, que es lo opuesto a culpar o sufrir pasivamente). Si lo que hace la persona es asignar culpas, quejarse, dejarse caer, desparramar reproches, etc., no solamente su cuerpo ha sufrido un ataque, sino que también su espiritualidad está siendo enfermada gravemente por sus actitudes negativas. Si por el contrario, la persona que padece, puede sobreponerse al padecimiento, y a través de este dolor encontrar un camino que lo haga conducirse como mejor persona, más dispuesta a dar generosamente que a recibir, es entonces cuando la enfermedad es provechosa pues se usa como trampolín y no como pozo por el cual desvanecerse. La persona que sufre, en muchos casos ha de reconocer qué le está queriendo decir su cuerpo por medio de la señal que suele representar la enfermedad.
Por ejemplo, una persona que sufrió de cáncer de colon. Los factores para tal mal son varios, pero en esta persona se sumó un hábito sumamente dañino: retenía su enojo, hasta el punto de acumular una furia inmensa en su interior, sin dejar salir nada Esta furia la carcomía desde dentro. ¿Qué le estaba diciendo su cuerpo por medio del cáncer precisamente en ese lugar en el cual lo había afectado?
Algo así como: 'estás guardando mucha porquería en tu interior, cosas que deberías expulsar, pues de lo contrario te hace mucho daño. Tú mismo estás aguantando dentro de ti, lo que finalmente termina por carcomerte'. Gracias a Dios esta persona no solamente siguió el tratamiento médico que le prescribieron los expertos, sino que además se embarcó en un proceso de crecimiento personal y así descubrió lo que guardaba en su corazón, y que era en cierto modo simbolizado por el cáncer.
2. Evidentemente que esta búsqueda de lo que simboliza la enfermedad personal, no se aplica generalmente para recién nacidos o niños (si bien recuerdo el caso de una niña que al nacer ya era anoréxica, y esto se debió a las agresiones constantes que sentía de parte de su madre estando en el seno materno).
No siempre la persona puede responder, ella sola, cabalmente a su enfermedad, pues no encuentra la manera apropiada para construir sentido trascendente a partir de su malestar, ni encuentra a qué de su conducta está apuntando la enfermedad, que es lo que debe resolver.

Revisión del significado de la enfermedad tras la supervivencia no esperada
Las respuestas positivas de muchos supervivientes y sus familias, atestiguan su habilidad de encontrar significado en la enfermedad y supervivencia. Muchos padres hablan de tener o encontrar fe, lo cual, para ellos puede ser una búsqueda de significado. Comaroff y Maguire (1981) notaron que los pacientes y sus familias pueden continuar sintiendo incertidumbre y buscando significado en la enfermedad. "¿Por qué nosotros, por qué este niño? ¿Por qué enfermé y por qué sobreviví?", son algunas de las preguntas surgidas después de la recuperación de una enfermedad amenazadora de la vida. Se ha hallado que los supervivientes adultos de una enfermedad que amenaza la vida, desarrollan actitudes positivas y una mayor apreciación del "tiempo, la vida, las personas y las reacciones interpersonales" (Kennedy et al., 1976). Shanfield (1980) encuentra que muchos supervivientes se consideran a sí mismos afortunados de estar vivos y poder reafirmar sus prioridades. En un estudio empírico, Schmale y cols. (1983) encuentran que la mayoría de los supervivientes están bien adaptados a controles de salud, en cuanto a las medidas de bienestar, depresión y ansiedad. Las únicas diferencias son que, los supervivientes se preocupan más de su salud y tienen menos sentido de autocontrol. Las actitudes positivas hacia la vida, expresadas por algunos niños -"soy afortunado de sobrevivir" y "siento que puedo manipular todo"- y sus padres -"tener mejores valores ahora" y "ver lo que es importante en la vida"-, son consistentes con aquellos descubrimientos y con el descubrimiento de que muchos supervivientes al cáncer y sus familias se adaptan razonablemente bien (Greenberg, Kazak y Meadows, 1989; Kennedy et al., 1976; Schmale et al., 1983; Shanfield, 1980). Los padres, también indicaban la importancia de buenos sistemas de apoyo en desarrollar actitudes positivas (Kazak, 1986).

Futuro de las relaciones matrimoniales en los padres de niños supervivientes
De acuerdo con Friedrich y Friedrich (1981), aunque los padres revelan un crecimiento y dificultad matrimoniales durante la enfermedad y después de ella, la mayoría no revelan ningún cambio en sus relaciones como tal. Koocher y O'Malley (1981) encontraron que algunas parejas creían que eran mejores padres porque han sufrido con sus hijos una enfermedad amenazante de la vida. Algunos padres hablaban de la enfermedad como una experiencia de desarrollo y revelaban interacciones familiares positivas. Koocher y O'Malley (1981) y Greenberg, Kazak y Meadows (1989) encontraron que una mayoría de las parejas han permanecido casadas después de la enfermedad.
Moore, Glazer y Ablin (1987) han preguntado a los niños que han sobrevivido al cáncer, si se sentían diferentes de sus compañeros y han encontrado que están igualmente divididos sobre sus sentimientos. La mitad de los que dicen que se sienten diferentes revelan tanto diferencias positivas como negativas. Las diferencias positivas incluyen sentimientos de madurez y un sentido de tener mejores valores. Las diferencias negativas incluyen sentimientos sobre una parte ausente de su niñez, de estar fuera, o de ser sobrenatural.
Schmales y cols. (1983) descubren que los supervivientes se preocupan más de su salud de lo que lo hacen los componentes del grupo control. Los padres estaban también intranquilos, por miedos prolongados acerca de la salud de sus hijos, especialmente durante aquellos tiempos. Incertidumbre y miedo a la recaída, se considera el mayor problema de la recuperación del cáncer, especialmente en aquellos que recientemente terminaron el tratamiento (Koocher y O'Malley, 1981; Maher, 1982). Aunque se encontraron niños supervivientes cuya primera preocupación de los padres era la recaída, esta preocupación era minoritaria. Los problemas de las complicaciones retrasadas del tratamiento son las que atraen más la atención. Los supervivientes y sus padres a menudo hacen preguntas sobre el desarrollo normal o las consecuencias del tratamiento. Los dilemas de los padres, concernientes a las incapacidades de sus hijos, son evidentes por el número de padres que elevan preguntas sobre si los niños estaban intelectual, física y socialmente dañados, como resultado de la enfermedad o tratamiento. La mayoría de los niños y sus familias se han adaptado adecuadamente después de sobrevivir al cáncer (Greenber, Kazak y Meadows, 1989), aunque existen preocupaciones futuras. Por consiguiente, se subraya la necesidad de una intervención continuada de los padres y los niños que han sufrido el trauma de un cáncer en la niñez.
Las intervenciones psicosociales incluirían asesoramiento, información y defensa, un programa de entrenamiento de habilidades sociales podría beneficiar al niño, que es socialmente torpe como resultado de las secuelas en su funcionamiento, se puede aconsejar a las familias que tienen problemas de adaptación familiar y matrimonial. Se les debe dar la oportunidad de conocer y compartir las experiencias con otros, y así no sentirse diferentes. Los grupos de padres y niños unidos por los hospitales o las sociedades que luchan contra el cáncer, pueden compartir la búsqueda de soluciones. Los supervivientes y padres con actitudes positivas pueden participar como roles modelos.
Interrelación de la Adaptación Emocional entre Padres y Niños Enfermos
Marín (1992) se plantea averiguar qué factores intervienen de forma directa en el ajuste al cáncer, con el objetivo de que el equipo asistencial pueda incidir para fomentar un ajuste adecuado. Se plantea que el nivel de ajuste psicológico a la situación, por parte de los pacientes, está relacionado con el nivel de ajuste de los padres. Por lo tanto, es muy importante la necesidad de optimizar el ajuste psicológico de los padres, por la importancia de este factor en el ajuste psicológico de los pacientes. Por lo tanto, otro objetivo es diseñar un protocolo terapéutico durante la hospitalización del niño, basado en el trabajo de grupo de padres, con el objetivo de potenciar recursos de afrontamiento, comunicación, información, aumentar la percepción de apoyo social y de control. La presencia del psicólogo y su intervención desde el diagnóstico, puede favorecer la aplicación de estrategias terapéuticas en momentos difíciles, que pueden surgir a lo largo del tratamiento, de este modo los pacientes y sus padres lo consideraran como un miembro del equipo asistencial. El conocimiento de la existencia de una iniciativa de apoyo extrahospitalaria a familias de afectados, promovida por grupos de personas afectadas, profesionales y voluntarios, puede ser vivido por los padres como una forma de apoyo emocional.
Descripción de la Etapa de Supervivencia
Die Trill (1989) nos describe que en la etapa de supervivencia se siente un gran temor, debido en parte a la ausencia de un tratamiento activo que "contenga" la enfermedad. Preguntas que frecuentemente se hacen los padres durante ese período son: ¿cuáles son las posibilidades de que la enfermedad se vuelva a desarrollar?, en el caso de que el cáncer reaparezca, ¿cuáles son las posibilidades de que el niño responda adecuadamente al tratamiento?, ¿qué secuelas tendrá el tratamiento?, ¿son irreversibles? Es importante siempre recordar que los niños pueden sobreponerse o compensar sus déficits más fácilmente que los adultos, existen en la actualidad numerosas oportunidades para ayudar a los niños a afrontar sus déficits físicos y problemas emocionales, los padres de hoy día están mejor informados y equipados para entender los problemas de sus hijos y ayudarles a enfrentarlos.
El impacto de sobrevivir al cáncer también es importante, ya que, como hemos dicho anteriormente, el cáncer se ha convertido en una enfermedad crónica y sabemos que dos de cada tres niños con cáncer se curan. De los que se curan, tres cuartas partes han de experimentar las secuelas de la enfermedad o su tratamiento con quimioterapia, radiación o cirugía.
Las relaciones matrimoniales no experimentaban ningún cambio, aunque han tenido problemas durante la enfermedad y después de ella. Los niños se sienten diferentes cuando sobreviven, y hay diferencias positivas: algunos niños sienten la experiencia del cáncer como un desarrollo y otros tienen dificultades a causa de su experiencia con el cáncer o sus efectos a largo plazo.
Acerca de la salud, tanto padres como niños se muestran muy preocupados, la incertidumbre y miedo a la recaída son el mayor problema de la recuperación del cáncer, especialmente en los que terminaron el tratamiento. Los problemas de las secuelas son debatidos frecuentemente, es decir, los problemas debido a las incapacidades tanto intelectuales como físicas y sociales. Se ha visto que la mayoría de los niños y sus familias se han adaptado adecuadamente después de sobrevivir al cáncer, pero es muy importante una intervención continuada en los padres y los niños que han sufrido el trauma en la niñez. Las intervenciones psicosociales incluirían, asesoramiento, información y defensa, así como grupos de padres de apoyo para poder compartir su experiencia y no sentirse diferente.

EL SENTIDO DE LA ENFERMEDAD -ENTREVISTA

I. Datos de identificación

Edad
Género
Escolaridad
Estado civil
Estrato socioeconómico
Tipo de enfermedad
Tiempo de evolución de la enfermedad


II. El sentido de la enfermedad

A. ¿Para usted qué ha significado tener esta enfermedad?

B. ¿Qué cambios ha sufrido en su estilo de vida? (trabajo, relaciones interpersonales, autonomía, vida de pareja, afectividad, hábitos alimenticios)

C. ¿Qué aprendizajes le ha dejado su enfermedad?

D. ¿Qué mensaje o reflexión podría decirle a las personas que padecen de la misma enfermedad?


Otros apartes sobre la enfermedad
La enfermedad puede ser vista como una crisis, entendida desde una óptica positiva como un cambio, adaptación, replanteamiento, alternativa, renuncia, reto, riesgo, posibilidad, transformación permanente o desde una óptica negativa como una tragedia, un problema que en ocasiones se aborda bajo la evasión o el escape. Lo cierto es que intentar asumir las crisis, representa una respuesta madura que resulta de valorar objetivamente la realidad y que trae como consecuencia la mejora en la calidad, en las capacidades, en los apoyos físicos, afectivos tan útiles en la existencia de un ser humano.
La persona que se halla enferma puede generar tres tipos de sugestionabilidades, relacionadas con lo planteado con Eysenck, cuando habla del mundo de los viejos, a saber:
Primaria: se relaciona con las respuestas físicas, corporales, motrices muchas veces influidas por lo que se dice o se afirma.
Secundaria: Asociada a las percepciones, cómo se registra la situación.
Terciaria: vinculada con los cambios relacionados con la autoridad, el prestigio, las situaciones que tienen que ver con las instituciones sociales.
De otro lado, es importante tener en cuenta que la enfermedad de una persona está íntimamente relacionada con las creencias, las normas y los hábitos que haya tenido hasta el momento. Lo práctico en la vida, sería encontrar cierta coherencia entre estos elementos, de tal manera, que haya un equilibrio en el YO desde el pensar, el hacer y el sentir. Cuando una persona se siente enferme experimenta además un estado de pérdida, cargada de cierta inutilidad y posiblemente con significados muy próximos a cualquiera de los estilos de muerte.
Seguidamente, cabe resaltar que Baltes propuso una serie de pasos para visualizar la disfuncionalidad del sujeto, ellos son:
Optimización: Consiste en valorar aquellas partes conservadas del sujeto, con el fin de crear condiciones adecuadas para las personas. También encierra las posibilidades de estimulación, de generar mayor desarrollo intelectual o de tener actividades relajantes que lleven a impulsar la motivación.
Estabilización: Se pretende evitar el retroceso de la situación a partir de acciones de voluntad y disciplina frente al posible autoabandono que puede generar el mismo sujeto que se enferma.
Rehabilitación: Se busca evitar la severidad de la incapacidad. Incluye acciones de recuperación de la autoimagen, la dignidad, la autocompetencia en aras de lograr un verdadero equilibrio físico, psíquico y social.
Superación: Significa enfrentarse directa y claramente con las dificultades, definir las molestias subjetivas, procurar una real adaptación a todo lo insuperable y la suficiente autonomía.

Así mismo, frente a la enfermedad se pueden asumir tres formas de prevención:
Primaria: Evitar la enfermedad. En este propósito se incide en el ambiente, se modifican algunos factores biológicos, psicológicos y sociales que pueden llegar a incrementar la salud.
Secundaria: Erradicación de la enfermedad, se trata de descubrirla de manera presintomática y precoz.
Terciaria: Se actúa directamente sobre el paciente enfermo potenciando sus capacidades reales y potenciales.

Sin lugar a dudas la enfermedad representa cierta tensión que a su vez origina más tensión. Es un estado que conecta permanentemente con el pasado (antecedentes) y con el futuro (disponibilidades personales y ambientales). El enfermo puede reaccionar a su condición dependiendo del ámbito sociocultural al que pertenece, de esa manera se van configurando las expectativas y el rol social del enfermo.

Susser y Watson afirman que al aparecer la patología, la persona puede reaccionar resistiéndose a aceptar su rol de enfermo, negando su sintomatología o aceptándola casi a nivel hipocondríaco. Cuando hay aceptación del rol del enfermo, se presenta la disposición de buscar ayuda terapéutica y de legitimar el beneficio secundario que trae consigo la enfermedad.

En torno al enfermo, el profesional tiene una inmensa responsabilidad en la forma de acompañar. Ehrenreich ha citado algunos puntos débiles en los que puede incurrir un profesional de la salud en la asistencia de un paciente que sufre alguna enfermedad:
• Hipertrofia del rol autoritario del profesional
• Excesivo imperialismo en el trato
• Burocracia exagerada en las diligencias
• Dificultad para proteger la intimidad del paciente
• Dificultad para mantener la percepción subjetiva de dignidad personal durante la enfermedad y el tratamiento.

Es importante considerar, además de lo anterior, que el individuo enfermo vive su estado dentro de diferentes tipologías, se pueden enumerar algunas, tales como:
• Reacción a estímulos negativos previos
• Un nuevo estado
• Irracional vivencia
• Expresión de castigo y culpa
• Fenómeno técnico y social
• Expresión integral y primaria
• Pauta regresiva
• Amenaza


LA EXPERIENCIA EN LA FUNDACIÓN SANAR (COLOMBIA)

(Fernando Botero- Colombia)

En días pasados, en compañía de los estudiantes que actualmente están haciendo parte de la Electiva: Biotanatología y del Proyecto Pedagógico de Aula: Psicología Evolutiva, se pudo tener un encuentro muy cercano con las estrategias para acompañar a los niños que padecen cáncer y a sus familias. Dicha experiencia se constituyó en algo muy significativo en la vida y en la formación de los estudiantes. Estas son algunas de sus percepciones:




  • El vivir una enfermedad nos consterna y nos hace pasar por situaciones muy complicadas, de mucho dolor y tristeza; pero no nos podemos dejar llevar por las adversidades por las cuales pasamos en nuestras vidas, lo mejor es tomar la realidad con amor y alegría, no dejarnos vencer del dolor ya que nos puede llevar a la muerte. De hecho, el estar acompañado por los seres queridos y el apoyo de ellos influyen mucho en la mejoría del paciente, además de la disposición del mismo. La experiencia me dejó muchas enseñanzas. Hay que tener fortaleza y valor para enfrentar todas las cosas por las que podemos pasar en nuestras vidas, dándole gracias a Dios todos los días por tener fortaleza y ánimo para vivir. Lina María Gómez (Optometría)



  • Al realizar la visita a la fundación SANAR ubicada en el hospital San Jorge y conociendo el servicio social que ofrecen a aquellas personas que necesitan de verdad de una mano que los apoye para los tratamientos, haciendo un trabajo muy completo, permiten a muchos corazones estar en una gran tranquilidad y con aquella esperanza de que con todo lo que se hace se van a ver resultados positivos.Encontrarme en este lugar y poder conocer a algunos niños que se encontraban esperando por su tratamiento y una criatura de tan sólo dos años en su quimioterapia acompañado de su madre, de verdad toca los corazones hasta de aquellas personas insensibles que de alguna u otra forma despertará sentimientos encontrados pero que a la vez comprendemos la fortaleza con que esta madre ha sabido sobrellevar el tratamiento de su hijo. Concebirnos personas afortunadas con todos nuestros sentidos, nuestras capacidades y sin alguna dolencia que nos ocasione problemas, rodeados de personas queridas pero desagradecidos de una vida, una vida que aunque con sus complicaciones, somos unos afortunados por estar completamente sanos. Reflexionar acerca del valor que tiene todo lo que nos rodea, el valor de dar un abrazo, el valor de decir te quiero, el simple hecho de saber el valor de nuestras vidas, una única vida que hay que saber aprovechar con nuestros seres queridos. Sólo experiencias nos faltan para poder ver la vida desde diferentes dimensiones y así tomar un respiro para seguir adelante y tener un corazón colaborador y ayudar a aquellas personas que verdaderamente lo necesitan. Abrir nuestras manos no sólo para ayudar a los que lo necesitan sino también abrirlas para dar un abrazo y sentir ese amor tal vez sincero porque no sabremos en que oportunidad vivamos la ausencia de aquel abrazo que algún día estuvo presente pero que faltará. Este es un poema que encontré acerca de la enfermedad me pareció muy bonito....

POEMA A LA VIDA


Más que un paciente eres mi amigo


y realizaremos juntos un gran sueño,


para vencer la enfermedad cuenta conmigo


y de prolongar la vida de la cual eres dueño


Hoy a pesar de que con dificultad saliste,


me quedé admirada con tu forma de ser,


no vi en ti el dolor ni una cara triste,


Cuando pensé que ibas a desfallecer.


Vives convirtiendo lo malo en lo mejor


sacas salud,


venciendo a la enfermedad


a la adversidad la enfrentas con valor,


y la prisión del temor, la haces libertad.


Así tú amas y cuidas la vida prudente,


soportas con sabiduría los malos ratos,


ahogando el llanto sonríes valiente,


Venciendo todo sin miedos ni arrebatos.


Me enseñas, a ver la vida como un poema,


que estás en cada rima, en cada verso


en cada letra donde haces el lema,


Que eres el rey del universo.


Mi mejor amigo sigue igual,


sigue adelante,no cambies,


sigue conforme a tu destino,


lucha así con temeridad y sal triunfante,


de los problemas que estén en tu camino.


Cuando el sol observas atentamente


das la mejor de tus sonrisas,


pareces un niño gozas, ríes, vives


y disfrutas plenamente sabedor que Dios te cuida con cariño,


Gracias, muchas gracias por tu ejemplo de amor,


con el que das un poema la vida


lo llevaré en mi corazón


siempre dentro como la mejor enseñanza recibida.


Karla


Comentario de JENNIFER LÓPEZ GUZMAN (OPTOMETRIA)





  • Al tener la oportunidad de conocer y entender la importancia que tiene la vida en relación con la enfermedad nos muestra cómo se vive y se lucha con gran ansiedad contra ese agente que causa daño al ser humano y que destruye gran parte de su diario vivir.
    Es muy difícil ver como una enfermedad afecta de modo tan considerable tanto al enfermo como a los familiares, en los pacientes es muy admirable ver como se enfrentan y luchan para poder recuperarse y ansían el momento de poder estar bien para llevar una vida normal, ya que están expuestos a infecciones. Podemos ver que en el paciente influyen mucho las relaciones sociales, el estilo de vida.
    El paciente tiene muy claro que esta en una etapa donde debe luchar diario para poder recuperarse, y que puede tener la esperanza de poder vencerla o por lo contrario ser vencida por la enfermedad, en el momento que un niño es informado que padece de una enfermedad terminal puede pasar por las siguientes fases que son: negación, rabia, negociación, depresión, y por ultimo aceptación donde el enfrentamiento de la muerte podrá sobrevenir en calma a la tranquilidad, y que es donde la familia cumple un papel muy importante ya que su deber es cancelar los sentimientos negativos y temores, tomando una actitud positiva que llevara a la mejoría y posible recuperación.
    Estos niños son unos verdaderos valientes al tener que cambiar su estilo de vida, alimentación y prácticamente alejarse de muchas cosas que son de agrado para ellos, son de admirar como luchan para derrotar la enfermedad. Somos muy afortunados gracias a dios de contar con salud y que a veces nos olvidamos que hay personas que en verdad luchan por sobrevivir son de gran ejemplo en la vida.
    (Ketty Marcela Cruz).






  • Pienso que la visita a Sanar, me ha servido para valorar más la vida y la salud que tengo, ya que el cáncer es una realidad que no discrimina edad, sexo, raza, ni clases sociales, es más, no hay una respuesta respecto a la causa del cáncer, y es bastante triste vea a niños viviendo está situación, puesto que uno se imagina que la vida de un niño deber ser saludable, feliz y sin problemas, también es triste la experiencia que deben pasar sus padres, ya que es un hecho muy difícil de aceptar, porque casi siempre lo relacionamos con la muerte, y fuera de eso es bastante el miedo que se siente ante las nuevas experiencias que a veces también son dolorosas, como todo lo que implica un tratamiento de rehabilitación.
    Me pareció una linda labor la que realiza está fundación, se nota la vocación con la que trabajan para mejorar la calidad de vida de estos pacientes y sus relaciones con las familias, por medio de un invaluable apoyo de voluntarios y de grandes actividades que promueven la causa para conseguir los recursos económicos necesarios para el tratamiento de cada niño del programa.
    Todos aquellos que gozamos de una buena salud, deberíamos sentirnos muy afortunados, y como gratitud, deberíamos tener buenas acciones con quienes lo necesitan, ser colaboradores y ser más solidarios. Con solo pequeños detalles podemos brindarles un gran instante de alegría para ellos. (Juliana Cataño).




  • La experiencia en la Fundación SANAR nos ayuda a valorar muchísimo mas las cosas que tenemos, la familia, los amigos y hasta nuestra propia vida; nos damos cuenta que muchas veces somos malagradecidos y no miramos que hay demasiadas personas que en realidad están en problemas y viven la vida más felices. Erika Martínez Cardona
    ** Er! **
  • Cuando el estado de salud es óptimo, uno desprecia la propia vida y es sólo que ocurra cualquier adversidad para desear morir e incluso desearle la muerte a otros… La esperanza de vida que puede tener cualquier niño de esta fundación es incierta, y aun así aprecian tanto la vida y las personas que de una u otra forma han contribuido a que esa semillita germine con cada detalle, cada juego, cada palabra de aliento que se le da no sólo a ese niño que está transitando por la enfermedad, sino a una familia que también está enferma, que al decir verdad es la que impulsa a cualquier individuo a hacer lo que hace y lo más importante le permite ser lo que es, en este caso, una personita que debe afrontar una enfermedad muy complicada para tener la ilusión de vida.
    Me sorprendió ver cómo los pequeños se aferran tanto a esa personas que año tras año los ha visto recuperarse, salir adelante y debatir sin saberse cómo entre la vida y la muerte, ese abrazo sincero de confianza y gratitud que el pequeño brinda sin reparo alguno, también me pareció interesante ese acompañamiento constante a la familia, esa forma de llegar a ellos para hacerles ver que el cáncer no es sinónimo de muerte y que si algo puede aliviar a ese pequeño es la medicina, que a pesar de salir más agotados de una quimioterapia en comparación de su ingreso, están acabando con esa enfermedad y es más probable tener un pie atrás de la muerte, así mismo me gustó ver cómo cada chiquillo sabe en la medida que su desarrollo cognitivo lo que padece y lo que debe hacer para salir adelante.
    Alejandra Castro Muñoz. Enfermería III G.

  • La verdad me impresionó muchísimo. Los niños están muy aferrados a la vida y además ven la enfermedad no como un problema sino como un juego pero con responsabilidades, gracias a la fortuna del apoyo de la Fundación Omega y al Señor que les dio la oportunidad de una esperanza y una voz de aliento para todas sus familias . Es una labor social maravillosa me enseña y me fortalece más como persona. Siempre hay que hacer labores sociales para las personas menos favorecidas en todo el sentido de la palabra dándoles amor apoyo y sobre todo confianza .


    GRACIAS PROFE POR DARNOS LA OPORTUNIDAD DE HABERNOS INVOLUCRADO EN ESTA LABOR TAN BONITA Y DESPERTAR DE LA REALIDAD EN QUE VIVIMOS. SABE... DESPEJÉ MUCHO MI MENTE Y MI PENSAMIENTO.
    CATALINA GAVIRIA MELO 3 SEMESTRE DE ENFERMERIA A1

  • La visita a la Fundación Sanar nos muestra una realidad por la que no nos hemos visto tocados y que en ocasiones ignoramos. Lo más importante es que nos muestra la entereza con que los niños y las familias afrontan este duelo permitiéndoles hablar tranquilamente del tema; claro está que con el apoyo que brinda la Fundación, no sólo al pequeño, sino también a la familia para que manejen esta problemática. Sanar es una institución que da una oportunidad de a los niños que sin quererlo ni buscarlo han desarrollando esta enfermedad, son personitas fuertes que cuentan con una familia que los acompaña en la lucha de seguir viviendo, procurándoles unas condiciones de vida favorables que les permita disfrutar de la vida. Si la sociedad se sensibilizara más, podría dársele más sentido a esta misión en la que cada uno de los niños pudieran llegar a ser algún día hombres y mujeres útiles a la sociedad y con la conciencia que les ofrece el haber sido en algún momento enfermos de cáncer.

    Sandra Yaneth Alzate López. Enfermería. III GA1


  • En la visita a la Fundación se conoce a fondo cómo es la situación de estos niños con cáncer brindándoles todo el apoyo y el amor que se necesitan para enfrentar dicha experiencia de la vida. Es muy importante el acompañamiento que les brindan a las familias durante todo el proceso. La Enfermería tiene unos momentos claves que intervienen en el tratamiento de estos ángeles, allí se combinan los conocimientos científicos con el saber cuidarlos y mostrarles que la enfermedad es una batalla en donde se les acompaña y no se les deja solos contando, con un equipo de trabajo que da lo mejor de cada uno para que salgan adelante y sean niños tan especiales que para muchos se conviertan en un ejemplo de vida. Por eso querer es poder.Como futura enfermera me gustaría ser algún día parte de la historia de recuperación de personas con enfermedades terminales que gracias a los cuidados y la dedicación que se les puede brindar hice parte de encender la llama de vida de esa personita. Loly Martínez. Enfermería. III GA1





La visita a la Fundación hace que las cosas que tenemos, tanto espirituales como materiales las valoremos más, que no nos estemos quejando por cualquier cosa y que vivamos cada minuto de la vida como si fuera el último.
Además, la admiración que se siente por las personas que ayudan a los otros en su enfermedad, también las familias intervienen mucho en el tratamiento de estos niños y son indispensables para su recuperación.
Aunque tenemos una buena salud, no la valoramos y no nos cuidamos de cosas nocivas. Ésto nos hace reflexionar sobre lo que hacemos cada día.

Juan Pablo Quiceno Franco
Optometria IV semestre


La Fundación que visitamos me pareció súper bonita. Las personas que la conforman están haciendo una buena labor al ayudar todos estos niños y con darles una esperanza de vida pues hacen muchas gestiones para poder conseguir los medicamentos indicados y así darles una posibilidad de vida a los niños con cáncer. Al conocer de qué se trataba la fundación y conocer los niños sanados que estaban en ese momento, me llevó a pensar que hay que disfrutar de la vida y valorar cada segundo que vivimos pues estos niños son personitas que han pasado por mucho sufrimiento y aún así están luchando para salir adelante.
Me gustaría poder ayudar o visitar a estos niños y poder servirles en lo que más pueda porque a personas así dan muchas ganas de ayudar.
Jennifer Grajales Bermúdez. Estudiante FUAA

•Creo que la Fundación Sanar desempeña un papel importante en Pereira. Ayuda en el tratamiento de niños con cáncer en todos los campos necesarios, como en el económico y el psicológico tanto para los padres como para los directamente afectados por la enfermedad que son los niños, brindándoles recreación durante la quimioterapia. Es una acción de fe en la que se piensa que todo puede cambiar en este mundo ya que siempre se enfoca en los adultos y nunca miran los ancianos y los niños, siempre son las pequeñas personas que más se descuidan porque en nuestro pensamiento de adulto con una visión pequeña decimos muchas veces “ellos sólo se preocupan por jugar” como si ellos no tuvieran sentimientos y no tuvieran pequeños problemas para resolver a su modo. Creo que debemos en conjunto con la Fundación y concientizando más personas sobre este hecho para mejorar la vida de muchos niños víctimas de estas enfermedades que son devastadoras tanto para el que la sufre como para quienes acompañan.
María Fernanda Arango Ladino. Enfermería III GA1

•Me parece maravilloso el papel que juega la trabajadora social en la fundación brindando tanto amor a los niños y la esperanza de seguir viviendo. Esta visita tocó mi corazón y abrió mis ojos a la realidad, me llevó a comprender el valioso papel que como futura enfermera desarrollaré salvando vidas. Para mí esta es la profesión más hermosa y gratificante que puede existir... Y si Dios me da vida ayudaré a todas las personas que necesiten de mí.
Andrea López. FUAA.

•Me llenó de mucha fuerza para no dejarme derrotar por obstáculos tan simples que en ocasiones se nos presentan en la vida y sentimos morirnos, me quedó claro que a pesar de los inconvenientes siempre hay que sonreírle a la vida como lo hacen estos chiquitines. Al mismo tiempo pensé que todos estamos a un paso de la muerte sin perdonar sexo, edad y que hay que aprender a valorar la vida y a vivir cada minuto que se presente.
Tatiana Grisales Giraldo. FUAA


miércoles, 17 de septiembre de 2008

TRAS EL RASTRO DEL RITUAL DE MUERTE DE NUESTRA ESTRELLA: FANNY MICKEY



Todo acto ceremonioso o de alta relevancia entre los seres humanos, está acompañado de indicadores y detalles que hacen que la persona homenajeada se sienta altamente satisfecha dentro de la celebración, al igual que aquellas personas que se suman a éste. La muerte no queda libre de ello. Allí en la despedida, también hay muchas personas que sigilosamente están haciendo cumplir la última voluntad del difunto y aún en medio de tanto dolor, se place al saber que colabora en hacer la mejor despedida, con lujo de detalles, con cada una de las requisiciones que la persona enunció estando en vida. Y para los más afortunados, es seguir las instrucciones del fallecido, que con antelación algún día se sentó a delinear de qué manera quería ser despachado a la otra vida o tal vez de qué forma deseaba ser recordado por el resto de la humanidad.

En Agosto, nuestra patria y cada uno de sus ciudadanos sufrieron una pérdida muy significativa, la de Fanny Mickey. La mujer que sacó el talento de tantos colombianos a relucir en las tablas nuestras pero también en las de tantos escenarios internacionales.
Tras de esta magna mujer también se registraron peticiones e indicadores que antecedieron su ritual de muerte.

jueves, 4 de septiembre de 2008

ALGUNAS REFLEXIONES........


Al leer el libro de Julián Barnes, La mesa limón, fue interesante recopilar algunas expresiones o manifestaciones alrededor de la percepción que podemos tener al cierre de nuestro ciclo vital: la vejez y la muerte.

  • Ahora soy tan famoso por mi largo silencio como lo he sido por mi música.
  • Mi trayectoria casi ha concluido.
  • He rastreado mi árbol genealógico tan concienzudamente que hasta me pone enfermo.
  • Dios sabe que se me pueden reprochar muchas cosas.
  • Las cartas que me han escrito, las llevaré conmigo hasta que se implante en mi cuerpo el rigor mortis.
  • Salgo a cenar solo y reflexiono sobre la mortalidad o me doy el permiso de hablar el tema con otros.
  • Hoy en día, cuando mis amigos me abandonan, ya no sé si lo hacen a causa de mi éxito o de mi fracaso. Así es la vejez.
  • Qué horrible es la vejez para algunos. Las cosas no van tan rápido como iban y la autocrítica cobra proporciones inmensas.
  • Cada entierro es un motivo de profunda reflexión.
  • Cuando era joven me dolían las críticas, ahora cuando estoy melancólico, releo las palabras ingratas que se escribieron sobre mi obra y me siento inmensamente animado.
  • ¡Ánimo! la muerte está a la vuelta de la esquina.
  • Quizá tarde más de treinta. Quizá no haya nada ni siquiera al final de esos treinta años. Quizá acabe en el fuego. Fuego y después silencio. Así termina todo en definitiva. No elijo el silencio. El silencio me elige a mí.
  • La vida no desemboca en un allegro molto (movimiento rápido muy rápido en una pieza musical) en el que el director despelleja a la orquesta para que toque más aprisa y más alto.
  • He observado hasta que los ojos se me han vuelto borrosos, he escuchado hasta que mis oídos no captan nada más y el silencio ha vuelto.
  • Es usted una anciana ignorante y meticona.
  • ¿Por qué he optado por encerrarme en una residencia de la tercera edad, cuando puedo caminar, conducir y ser vitoreada por cualquier amenaza?
  • De nosotros se espera que sigamos siendo independientes todo el tiempo posible y que luego sucumbamos ante una residencia, cuando nuestra familia ya no soporte que empecemos a dejar la llave de gas abierta, nos escaldemos con el desayuno.
  • Es probable que la residencia represente una sacudida tremenda que nos induce a perder la chaveta, convertirnos en coles, dar un paso a otra vacante inesperada.
  • La única manera de estar seguro de que no molestas, es estar en un ataúd, yo procuro molestar para asegurarme de que sigo vivo.
  • Puede que ya no conduzca mi coche, pero seguiré tomando el autobús al centro y soy muy capaz de llegar a pie hasta el buzón.
  • Estoy en vela y observo el lento avance de la luna entre los pinos y pienso en las ventajas de morir. Tampoco es que tengamos otra alternativa. Podemos quitarnos la vida, pero es vulgar y fatuo, como la gente que se va del teatro o de un concierto sinfónico.
  • Principales motivos para morir: la decrepitud y la senilidad inminente; el dispendio de dinero, consumo de la herencia, cuando tratas de mantener ensamblada una bolsa incontinente de huesos viejos y clínicamente muertos; el interés decreciente por los noticiarios, las hambrunas, las guerras- el miedo a caer bajo el dominio absoluto de alguien; el deseo de descubrir lo que hay después.
  • Principales razones para no morir: el no haber hecho nunca lo que los demás esperan, la posible congoja inflingida a otros, el estar todavía de bar en bar.
  • Algunos jóvenes no creen en la supervivencia después de la muerte. Cuando lleguen a una edad avanzada, quizás sí crean.
  • Usted no tiene miedo de morir con tal que el resultado no sea la muerte.
  • ¿Ya estoy muerta? ¿Cuánto hace que estoy muerta? “Llevo un rato muerta y no noto la diferencia.”
  • Aquí nadie habla de la muerte. Es morboso y nada bonito. Se empieza a hablar del asunto y muchos dicen “No asustes a las ovejas.”
  • Todo hace parte de mi batalla contra el tabú de la muerte como tema- o del miedo a la muerte- y la energía con la que los médicos tratan de impedir que mueran los moribundos, mantienen vivos a bebés nacidos sin cerebro y facilitan que mujeres estériles tengan niños artificiales.
  • Murió…. Pasó a mejor vida hace dos meses. Se fracturó la cadera en una caída cuando se dirigía al buzón y a pesar de que en el hospital no escatimaron esfuerzos, surgieron complicaciones. Era una mujer encantadora y sin duda la vida y el alma de muchas obras. Será recordada largo tiempo y muy añorada.
  • Lleva 10 años jubilado. Los 7 últimos hemos dormido en camas separadas. Lo cual fue voluntad más suya que mía. Decía que yo daba patadas dormida, que al despertar quería el noticiario internacional. Supongo que no me importó demasiado. Para entonces sólo nos hacíamos mucha compañía, ya me entienden.
  • La vida no es más que una reacción prematura a la muerte.
  • “Te pagaré por hacer lo que me apetezca, tú no puedes chistar, tendrás que hacer todo lo que te pida. Tengo un montón de pasta de la pensión.”
  • Ahora me toca gastar hora a hora una enfermera para que le limpie el culo y aguante el parloteo de un niño revoltoso de 5 años, digo un revoltoso de 75.
  • Ahora me cuesta recordar cómo éramos en la cama. Parece como si fueran cosas que hizo otra gente.
  • Sigue teniendo sus días buenos y sus día malos. Vamos de ningún sitio a ninguna parte, adrede. Los días buenos no se sobreexcita, disfruta de su leche caliente y le leo en voz alta. Durante un rato, las cosas vuelven a ser como eran. No como eran antes, sino como eran hace un rato.
  • ¿Aún mis padres guardan una relación de lujuria? ¿Todavía lo hacen?
  • Con mi madre tenemos largas tertulias sobre el sentido y las realidades de la vejez.
  • Y fumaba y bebía, andaba diciendo que el placer nunca ha hecho mal a nadie, hasta el día que murió fulminado por un ataque cardíaco, cuando todavía le faltaba bastante para llegar a la media masculina de esperanza de vida.
  • Las 4 últimas cosas de la vida moderna: hacer testamento, planificar la vejez, encarar la muerte y no poder creer en una vida ulterior.
  • Detrás de todo lo que representaban ser mi padre y mi madre…. ¿Sentían pánico y terror mortal? Es estúpido… ¿Hay alguien que no sienta un terror mortal?
  • Mi progenitor de 81 años que al cabo de unos 50 años de matrimonio, se marchaba de casa por una mujer de 65. Ahora en su baño había todo tipo de artefactos para verse rozagante y hermoso. ¿Era sexo, se había enamorado realmente?
  • Lo que quiero…. Si me muero antes que tu padre, como espero, es que esparzan mis cenizas. En cualquier sitio. O que lo hagan los del crematorio. No estás obligado a recoger las cenizas.
  • La puerta que chirría es la que dura más.

miércoles, 13 de agosto de 2008

SOBRE LA MUERTE

EL REFRANERO DE LA MUERTE
Producción del Doctor Armando Arciniegas- Médico. Miembro Grupo de Biotanatología- Pereira.


El que por gusto muere, hasta la muerte sabe.
El que no tiene plata, la cama lo mata y si tiene mujer se acaba de joder
Al mal que no tiene cura hay que hacerle buena cara.
Aquí yace un español que estando bien quiso estar mejor.
Antes muerto que bombardeado (No humorístico).
Ánimas benditas que yo aparezca.
Aquí murió Sansón con todos los Filisteos.
Bienaventurados los mansos porque los capan parados.
Cuando el tobillo se hincha la sepultura relincha.
Con tal que se muera aunque se salve.
De baños y de cenas están las sepulturas llenas.
De cenas y magdalenas están las sepulturas llenas.
De hambre no se muere sino al que se le cierre el tragadero.
Del hogar el sombrero.
Muérase nosotros hacemos el resto.
Vida de cuarta categoría entierro de primera.
El baño por la mañana es oro, al medio día plata y por la noche, mata.
El muerto al hoyo y el vivo a la olla.
El que ama el peligro en él perece.
El que a cuchillo mata, a cuchillo muere.
El que ha de morir a oscuras aunque ande vendiendo velas.
El que fiaba se murió, mil saludes le dejó.
El que se mete de redentor muere crucificado.
El que es bobo al cielo no va. Lo friegan aquí y lo friegan allá.
El que come solo muere solo.
En casa del horcado no se mienta la soga.
Enfermo que come no se muere.
Es mejor que digan: Aquí corrió uno, que no, aquí murió uno.
El día del juicio por la tarde, después de los disfraces.
Enfriársele los miaos (Tener miedo mortal) .
Era más grande el muerto.
Es como tener madre, pero tenerla muerta.
Eso es otra vaca negra de otro color.
Estar pensando en la inmortalidad del cangrejo.
Estar con un pie en la tumba y otro en una cáscara de plátano.
Feliz el que muere hinchao porque muere sin arrugas.
Genio y figura hasta la sepultura.
Guerra avisada no mata soldado.
Hombres y mujeres juntos huelen a difuntos.
Lo que no mata engorda.
Los errores de los médicos se tapan con tierra.
Los médicos también se mueren.
Los duelos con pan son menos.
Lo vi con estos ojos que se han de comer la tierra.
Mala yerba no muere.
Matrimonio y mortaja del cielo baja.
Muerto el ahijado, acabao el compadrazgo.
Matar el pollo en la mano
Matar la gallina de los huevos de oro.
Matar dos pájaros de un solo tiro.
Mi compadre es muerto.
Mi Dios no se ha muerto.
Morírsele las lombrices a uno. (del miedo)
Nadie muere la víspera.
Nadie tiene la vida comprada.
Somos como muertos que caminan.
En la vida parecemos como muertos en vacaciones.
No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.
No hay médico que lo cure ni enfermero que lo asista.
Ni el enfermo quiere ni hay que darle.
No decir ni pío-morir instantáneamente.
No tener donde caer muerto.
No tener un Cristo en qué morir.
Pa morir no hay afán.
Pa todo hay remedio menos pa la muerte.
Pasar a alguien al papayo (asesinarlo)
Por la verdá murió Cristo.
Qué es eso comparao con la eternidad?
Que sigan con el entierro.
Seguro mató a confianza.
Si de esta escapo y no muero, nunca más al gallinero.
Sacarse el entierro y quedarse viviendo con el espanto (casarse con la fea rica).
Sirva de algo mientras muere.
Si nos hemos de morir vámonos enfermando.
Si se ahoga que lo busquen río arriba
Todo enfermo come pa morirse.
Todo tiene remedio menos la muerte.
Pa qué tanto afán si vamos pal mismo hueco.
Toda novia es bonita y todo muerto es bueno.
Vamos a durar mucho muertos.
Aentro con la cruz, que el muerto hiede.
A cada XXX le llega su san Martín.
Muerto el perro acabada la chanda.
Olvídese de las penosas diligencias del funeral.
Ofrecemos la solución a su necesidad inmediata y futura.
Tome un plan exequias completo para que usted garantice tranquilidad.

Bibliografía.
Jaramillo Londoño, Agustín. “Testamento del Paisa”. Editorial Bedout, Medellín 1961. Páginas 359 a 429.


REFLEXIONES PROFANAS SOBRE LA MUERTE.

El abundante vocabulario en torno a la muerte y el morir se expresa en un lenguaje popular en todas sus manifestaciones. Así por ejemplo, tenemos el usado por Fernando Vallejo en la novela. La Virgen de los Sicarios.

“Enamorados con odio”……..Deseos de matar
“Me lo quiebro” = Lo mato.
“Para morir nacimos…”
“Hemos progresado mucho….” = del machete a la pólvora.
“Hacer muñeco..” = Matar.
“Se fue de cajón” = lo mataron.
“Todo en este mundo se acaba.”
“No me deja dormir este silencio fúnebre.”
“matar por una carcacha…” = Matar por nada.
“Se prohíbe arrojar cadáveres..”
“les van a dar el paseo..” = Matar.
“Balas rezadas para que el difunto no sufra…”
“Sentenciado por una culebra…” = lo matan por la deuda.
“Todos vamos para el mismo hueco. ¿ A qué tanta prisa?”
“La justicia de Satanás…” = amenaza.
“A que volviste? = a morir.
“Siete noches de silencio fúnebre…” = Ritos.
“nada está escrito para la eternidad.”
“Somos un espejismo de la nada.”
Cuánto llevo en el muerto?....= participar.
“Muerto el santo se acabó el milagro.”
“Borrar la computadora…” = tiro en la cabeza.
“ Lo mataron por bazofia…” = por existir.
“Ponen en la frente su cruz de ceniza.”
“Aquí nada hay más efímero que el muerto de ayer.”
“Nada somos parcerito.”
“El fierro, su tote…” = el revólver.
“A estos muertos les quedan los ojos abiertos sin ver.”
Lo tostaron para una fiesta de gallinazos.”
No hay ave más hermosa que el gallinazo y de más tradición.”
Lo curó del mal de la existencia que a tantos aqueja.”
“la matemática de la muerte…” = mientras más muertos, menos muertos.
“Esta lucha no deja heridos porque después se nos vuelven culebras sueltas.”
“En Colombia hay un extraño modo de figuración así sea como cadáver.”
“Se fue por el derrumbadero de la eternidad con sus balas en el occipital.”
“El ruido de las balas es la quemazón de las almas.”
Las tumbas viven llenas de eternidad y de gusanos.”
“Descansar del ajetreo de la vida…” = morirse.
“Era la posición correcta para la foto…” = muerto.
“caída libre rumbo a la eternidad…” = muerto.
“A todo le llega su día…” = mejor su suerte.
“El pleno derecho de existir sólo lo pueden tener los viejos.”


HUMOR FUNERARIO

Donde no hay humor en la muerte, es muy difícil encontrarlo durante la vida. Algunos ejemplos de dichos y exageraciones citados por Rafael Aleiza y Olga Velásquez en “ Así se habla en Pereira” nos muestran cómo el humor es una manera de entender la realidad fantaseada por la sorpresa, lo ridículo o ingenioso y recrearnos con nuevas imágenes pensadas de manera contrastada y a veces insólita.
Algunos ejemplos:

§ “más peligroso que médico con funeraria.”
§ “Tan perezoso que necesita tres (3) días para morirse de repente.”
§ “Más solo que entierro de pobre”


Más ordinario que….

§ “Ataúd con calcomanías”
§ “Un ataúd con pitos.”
§ “Un cementerio con registradora.”
§ “Un cementerio con culumpios.”
§ “pacheco animando un entierro.”
§ “Sala de velación con toro mecánico.”
§ “más eterno que suegra rica.”
§ “más desubicado que payaso en velorio.”
§ “A la vida siempre le falla algo… por eso están llenos los cementerios.”
§ “No tener donde caerse muerto.”
§ “No tiene más tierra que la que le echan en el cementerio.”
§ “Ni que hubiera matado un cura.”
§ “Matar y comer del muerto.”
§ “matar dos pájaros de una sola pedrada.”

Morirse:

§ “Colgar los guayos.”
§ “Estirar la pata.”
§ “Irse para el otro toldo.”
§ “Cargar con el muerto.”


Mentiras sobre la muerte:

§ “Me matas.”
§ “Me muero por ti.”
§ “Daría la vida.”
§ “Me muero de la risa.”
§ “El salto mortal.”
§ “Sin miedo a la muerte.”
§ “Te amo hasta la muerte.”
§ “Hasta que la muerte nos separe.”
§ “Hacerse el muerto.”
§ “El muerto al hoyo y el vivo al baile.”
§ “¿Qué dejó?= “Debo existir.”
§ “¿Quién es el muerto? “El que va entre el cajón”.
§ “¿Por qué murió?” “Porque existía”.




NEGACIÓN DE LA MUERTE

Recopilado por Eliana Bermúdez Cardona. Psicóloga. Miembro Grupo de Biotanatología - Pereira.


A pesar de todos los logros obtenidos desde 1950 la nuestra sigue siendo una cultura negadora de la muerte. Actualmente hay numerosas publicaciones escritas, foros, seminarios. Sin embargo el ciudadano común y corriente rehúye el tema de la muerte en sus conversaciones, talvez sólo la toca en chistes, refranes y dichos, por ejemplo: “me muero de la pena, me muero de la risa, me muero de la dicha, prefiero morirme que tener que volver a verlo, estoy muerto de miedo”. Frases del lenguaje diario que no llegan a interiorizarse por nuestra habitual actitud de evitar a toda costa la reflexión acerca de un evento de tanto peso emocional y cuya ocurrencia es la única certeza.

En especial la cultura occidental vive a espaldas de la muerte, la niega y la oculta. Es así como la negación se presenta bajo múltiples formas de relación con circunstancias biológicas, psicológicas, sociales, que rodean al ser humano cuando va a morir.
Según Cassem, cubre actos, palabras con que una persona intenta evitar la realidad. Al parecer a mayor tecnología mayor negación de la muerte. Por otra parte, se relaciona este fenómeno con el miedo y la ansiedad, que muchas veces se dan a nivel inconsciente y escondido.
El mismo autor, afirma que la negación cambia o se paraliza de acuerdo con las personas a las que el paciente o el individuo se dirige.
De otor lado, la negación como mecanismo de defensa ha sido utilizado en enfermos del corazón, cancerosos y en condenados a muerte.

Weissman afirma que la negación es el paso final de un proceso. En el caso de enfermedades de tipo terminal, la persona antes de reconocer la gravedad del evento, pasa por cuatro fases sucesivas:

Aceptación de una realidad obvia e innegable (un dolor específico)
Rechazo de una parte del significado de la realidad (no puede ser grave)
Sustitución por una verdad o versión más agradable
Adaptación del sujeto de acuerdo con la nueva significación (Tomaré algo)

De tal manera que se niegan tres aspectos:

Síntomas primarios de la enfermedad
Las implicaciones, pero se acepta el proceso
Acepta diagnóstico y consecuencias pero no admite que de allí viene la muerte.

Según Elizabeth Kübler-Ross ésta es la etapa más difícil de superar en los moribundos.
Para algunos pacientes enfermos la negación es un vaticinio favorable de supervivencia. Sin embargo también puede ser un obstáculo cuando imposibilita una vida psicológica normal en los últimos momentos.

No es raro afirmar que nuestra sociedad actual presenta desocialización de la muerte, es decir, hay falta de solidaridad, existe abandono respecto a los moribundos, difuntos y sobrevivientes. Hay mucha renuencia a velorios, a ceremonias que recuerdan tanto dolor, pareciera ser que ya nadie se apersona del arreglo de muerto, para esto hay organizaciones especializadas.

Hay formas de burocratizar y silenciar la muerte:

La muerte ya no es un evento social
Se muere solo y sin preparación
Se procura que sea un acto rápido sin que muchos participen o conozcan el hecho.
Se oculta, se evitan testigos, como si la muerte no existiera.
Se reprocha al paciente el dolor, los gritos, sus quejas mientras cierra sus ojos.
Al parecer es ideal la muerte del que finge que no va a morir.
Se oculta la verdad a quien se halla a punto de morir.
En caso de enfermedad, quien padece algo, se convierte en el ocupante inoportuno de un lecho.

El ser humano normalmente siente temor a la muerte. Además reprime la expresión a ese miedo, dada la ansiedad que produce pensar, reflexionar o cuestionarse al respecto.
La muerte influye poderosamente en la conducta humana, suscita emociones, sentimientos, actitudes, temores, ansiedad. Según el romano Lucrecia se teme a la muerte porque no se sabe lo que es. En nuestra realidad, hay personas con Tanatofobia, sólo hablar de muerte les aterroriza, el miedo a la muerte se atribuye a la amenaza de la propia extinción.
Frente al miedo a la muerte se tienen dos argumentos:
Un significado saludable: reacciones ante la muerte aprendidas, el miedo a la muerte no es natural, se adquiere ante todo para preservar la vida.
Significado morboso: ante el miedo a la muerte nadie es inmune, es parte de la condición humana. Un miedo universal de pueblos y culturales (Elizabeth Kübler-Ross)

También se afirma que el miedo o ansiedad ante la muerte viene dado por la personalidad del sujeto, su experiencia personal. Si se habla desde la variable género, los varones tienden a ser más racionales y las mujeres más emocionales al respecto. A pesar de la negación en el mundo occidental, hay sectas y grupos sociales que viven fascinados por este suceso.
Como lo afirma Novoa Santos en su libro “El instinto de la muerte”, sí existe gente que parte de la vida sin protestas, sin disgustar, tribus que marchan tranquilos y sonrientes.


Existen tres miedos básicos: a la muerte en sí, a lo que sucede después y a los muertos. Por su parte el Doctor Hoelter, afirma que existen ocho (8) dimensiones de este miedo, a saber:

Miedo al proceso orgánico
Ante el concreto acto de morir y a la situación previa. Significa la interrupción de metas, por muerte dolorosa, por soledad, desesperación, vacío.
Miedo a los muertos
Tanto a personas como a animales. A que vuelvan, al contagio.
Miedo a ser destrozado
Destrucción del cuerpo después de la muerte, destrucción de la propia identidad.
Miedo a lo que la propia muerte suponga para los otros.
Preocupación sobre el impacto en otros. A ser olvidado por la familia.
Miedo a lo desconocido
No saber cómo es el trance o la sensación en ese momento. Angustia ante lo que no se ha vivido.
Miedo a la conciencia de muerte
A lo inmediato que hay y no hay tras la muerte. Posible castigo del más allá.
Miedo al cuerpo después de muerto
Comido por gusanos, materia desagradable, podredumbre.
Miedo a la muerte prematura
No alcanzar a cumplir metas y propósitos.


Poder asumir la muerte, pensarla, pasarla a nuestra conciencia amplia, al horizonte vital, le da sentido y significado al quehacer diario y le otorga un más allá, una trascendencia, nos permitirá hacernos cargo de nuestra propia muerte.

Cuando crees que ya no puedes más
Siempre aparece (como salida de la nada)
Una lucecita
Esta lucecita
Renovará tus fuerzas
Y te dará la energía
Para dar un paso más.
Elizabeth Kübler-Ross (la Rueda de la Vida)



Bibliografía

§ Fonnegra de Jaramillo, Issa. “De cara a la Muerte”. Intermedio Editores Santafé de Bogotá 1999.
§ Louis-Vincent, Thomás. “La muerte”. Ediciones Paidós. 1991
§ Ramos Francisco, Sánchez Caro José, Sánchez Caro Jesús. “La muerte: realidad y misterio”. Aula abierta. Salvat Editores. 1986.
§ Revista de psicología práctica. Fascículo 19. Dolor y muerte, psicología del enfermo terminal.





LA MEDICINA Y LA MUERTE

LA MEDICINA Y LA MUERTE
Doctor Armando Arciniegas. Grupo de Biotanatología.


En las culturas arcaicas la muerte era considerada un mal ocasionado por los hechizos de los enemigos, los espíritus de los muertos y los demonios de la noche.
Los brujos y los chamanes debían identificar de dónde provenía la intención de matar.

La confrontación se daba entre chamanes o brujos que luchaban entre sí. Existen testimonios de trajes rituales y máscaras, bastones de mando bebidas y pócimas relacionadas con el ejercicio chamànico en múltiples culturas antiguas.

La muerte fue entendida por la medicina Griega como un hecho natural, por lo tanto la medicina no debía luchar contra ella porque tomaba parte del ciclo biológico.

Para los médicos romanos, la muerte no sólo era un hecho natural que la medicina no tenía que combatir, sino incluso un estado deseable y mucho más atractivo que la propia vida. Para la medicina Romana la muerte era una amiga.

En la medicina medieval la muerte se consideró como un castigo divino, los médicos no tenían nada que decir o hacer ante los designios divinos.
Si la vida era sagrada, por ser regalo divino ante los ojos de Dios, la muerte era justa por el pecado original.

La agonía y la muerte eran asuntos de los sacerdotes, los médicos no tenían nada que hacer ante el final de la vida. En la medicina medieval, la muerte es un castigo divino, ineludible y justo.

En el siglo XV vuelve a tener su carácter natural, se torna autónoma en relación con Dios y con el Demonio.
En la época de las pestes aparece el médico en los territorios de la muerte, tratando de ayudar y participaba en la Danza Macabra de los cementerios. Había dos territorios definidos: el del sacerdote que se encargaba de dar la extremaunción y ayuda al tránsito espiritual y el médico que actuaba sobre el cuerpo, calmando el dolor, bajando la fiebre y el sufrimiento con el landano.

En los siglos XVII y XVIII la muerte se aleja casi por completo del ámbito religioso, queda la agonía a cargo del médico. Bacon, decía que el médico debía prolongar la vida del enfermo.

Con los descubrimientos científicos, la desaparición de la peste, el descubrimiento de la vacuna, la cirugía, nace en el ámbito médico el deseo de luchar contra la muerte y prolongar la vida de los hombres.
Los médicos consideran la muerte como enemiga y comienzan a luchar contra ella.
En el siglo XVIII la muerte comienza a ser medicalizada. Francisco Xave... Bideat, en sus reflexiones sobre la vida y la muerte, escribe: “ La vida es el conjunto de funciones que resisten a la muerte”. Hay una lucha abierta de la ciencia contra las fuerzas de la muerte.
Las fuerzas de la vida se ofrecen a través del médico contra las fuerzas de la muerte.



En el siglo XIX el modelo social de la muerte, es la muerte Burguesa, la muerte natural, la que ocurre en la vejez extrema no ocasionada por enfermedades accidentales. El dinero compra tiempo de vida. Aunque se reconoce que la muerte es un hecho inevitable, se mantiene la esperanza de prolongar la vida mediante los adelantos médicos.

En el siglo XX se piensa que la medicina puede vencer el poder de la muerte. Con la unidad de cuidado intensivo, se vence la muerte natural prolongando la vida de la manera caprichosa y prolongada casi indefinida, borrando a veces los límites entre la vida y la muerte.
Lo contrario de la vida es la “NO vida”, se vence la muerte natural pero a veces se pierden los signos de la vida. Aparece el problema del diagnóstico científico de la muerte, no sabemos si dejó de existir o continua vivo.
Surgen los protocolos de las unidades de cuidado intensivo: I II III IV.

Con la aparición de las máquinas y el computador ya no existe la muerte natural y se considera que la muerte ocurre por error. Nace el sentimiento de culpa de los médicos, porque al negarse la posibilidad de muerte natural, aparece la falla debido al profesional, al procedimiento, la oportunidad, la selección de los medicamentos. Se pone a prueba la ciencia médica, fallan los médicos pero no la medicina que es infalible. La muerte es considerada como una variedad de enfermedad que algún día será curada.
La muerte no se considera como un hecho natural sino como un accidente de la vida. Las máquinas se apropian de la posibilidad de la inmortalidad de la vida humana. En Estados Unidos se ha formado una comisión para la abolición de la muerte. En Francia funciona desde 1976 una sociedad inmortalista: transplantes, criogénesis, terapia génica, se ........ para exportar la muerte natural.
Quedaría como causa de la muerte los accidentes “ la muerte es una imposición a la especie humana que no se resulta ya inaceptable.
Hay que expulsar la muerte como un malhechor (Alan Harrington, la inmortalidad).

La muerte es vista como un....... de la vida. En la criogenización el dinero puede vencer la muerte.


Curva de la Aflicción en las Costumbres de duelo:

En el siglo XVIII se considera como una respuesta emocional espontánea y fuerte, triste tanto en hombres como en mujeres.
Llanto abundante frente al muerto.
Presencia de ataques histeriformes.
Desmayos en cadena
Arañazos autoinflingidos por los dolientes.
Amenaza de suicidios.
Gritos desenfrenados en forma episódica.
Estrechos abrazos entre familiares y relacionados.
Todos vestidos de negro alrededor del féretro par el retrato.
Aullidos ininteligibles cuando llegaba alguien del lugar de velación.

Durante el siglo XIV – XVIII:

Frente al muerto aparecen las plañideras profesionales pagadas, contratadas para llorar en los entierros.
Vestir niños y mendigos como acompañantes
Llevar retardados mentales con prendas de color negro.
Se proporcionaba comida y dinero.

En el siglo XIX se recupera la espontaneidad del duelo y se acentúan las expresiones de aflicción por parte de los deudos. Era bien visto que la viuda y los hijos se desmayaran, tuvieran ataques convulsivos bien impresionantes y gritaran durante horas o días enteros en actitud plañidera y con impresiones a la divinidad… “Por qué te lo llevaste” “hubiera preferido que fuera yo la muerta”.
Era mandatorio vestirse de negro hasta el sombrero y cubrirse con velo en la cara que iría descubriendo se poco a poco inclusive durante años.

Algunos deudos muy impactados se retiraban a conventos de orden monástica o a vivir en completa soledad.

En el siglo XX se intenta anestesiar las expresiones intensas que producen la muerte de un ser amado. Se trata de alejar a la gente de la realidad de la muerte.

El duelo es rechazado por la sociedad tecnológica. Se exige que los deudos rechacen la aflicción. Es mal visto el llanto y los alaridos de otras épocas. El luto tiende a desaparecer.
La vida debe continuar como si no hubiera pasado nada. Todavía se ven estas manifestaciones entre campesinos, gente desplazada o desprotegidos de la fortuna.
Se suministran pastas para evitar el llanto y las expresiones de aflicción entre los parientes más cercanos.

Se cambian los temas de conversación eliminando los relacionados con el muerto.
La gente muere en el hospital o en los gerontocomios e inmediatamente se lleva al crematorio para desaparecer el cadáver que de inmediato sale de la circulación. Si hubiere velación, se hace fuera de casa, en lugares apropiados con numerosas salas de velación simultánea y numeradas para orientar a los deudos y evitar lamentables confusiones que podrían conducir a llorar equivocadamente otro cadáver.

La simultaneidad de varios muertos da la sensación de un ambiente neutral e irreal tranquilizante poco propicio para l aplicación primitiva.
La conversación en los velorios se orienta a los temas sexuales, políticos o familiares con escasa referencia al muerto. Se ha reducido apreciablemente el tiempo de los rituales y se privilegia la hora del mediodía para no faltar a al oficina a sus actividades habituales.

Dentro de la mecanización de la muerte se venden féretros de apertura automática desde adentro, equipo de sonido incorporado, televisor portátil, teléfono inalámbrico, tapizado y acolchonado a gusto del propietario yaciente, con las comodidades suficientes en caso de entierros prematuros de tan frecuente ocurrencia en otros tiempos.

Los cementerios tradicionales llenos de lápidas, de cruces y de viudas llorosas con olor a agapantos y gladiolos, han sido cambiados por parques cementerios a las afueras de la ciudad, donde se respira una tranquilidad con visos de lo eterno, en donde en fechas especiales serán poblados de mariachis interpretando las canciones que más le llegaban al corazón del muerto.

Con el ánimo de desconocer la muerte, se esconden los moribundos en los hospitales, se maquillan los muertos y se queman precipitadamente los despojos.

Los disfraces funerarios:

Del muerto.
De los deudos.
De los acompañantes.

Algunos consideran que el evento mortuorio es la oportunidad de vestir al muerto con sus mejores galas. Se trata entonces de un lucimiento general del muerto. Vestido negro apropiado para la ocasión, de manera como Everfit o Hernando de color serio, camisa de cuello duro, con mancornas, corbata apropiada, zapatos nuevos o de poco uso. En otros casos se usan los sudarios de tipo moncal, de diversos colores y generalmente de hábito talar usados por Franciscanos o Dominicos, Carmelitanos, según la orden de mayor aprecio entre familiares y allegados.

También puede utilizarse sábanas que cubren todo el cuerpo y dejan ver la cara del muerto tan importante para la identificación del muerto entre amigos y relacionados. Se puede complementar el hábito con reliquias, amuletos y monedas tan necesarios para el viaje al más allá.

La cara puede ir maquillada por expertos que logran darle una apariencia al rostro. Para aparecer como si estuviera vivo. Con una cierta enigmática sonrisa, labios vaselinizados que muestran una naturalidad y frescura como si estuviera arreglado para una fiesta de gala. El rubor de las mejillas hace desaparecer la lividez cadavérica. Las cejas debidamente arregladas dando la sensación de preocupación o lejanía. Las pestañas largas o encrespadas con los ojos cerrados aparentando un sueño profundo y tranquilo.

Entre familiares y amigos se impone el toque de la moda vigente, vestidos de diferentes gamas de colores a partir del negro, con los cortes más recientes de la última pasarela de Arman o Versace.

Los maquillajes van de los más discretos dando un tono natural a las extravagantes sombras negras, moradas o cafés que pareciera que se alistan para una fiesta de disfraces. Igual suerte corren labios, cejas y pestañas


Siglo XX

Se intenta anestesiar las expresiones intensas que produce la muerte de un ser amado. Se trata de alejar a la gente de la realidad de la muerte.
El duelo es rechazado por la sociedad tecnológica.
Se exige que los deudos rechacen la aflicción.
Es mal visto el llanto y los alaridos de otras épocas.
El luto tiende a desaparecer.
La vida continua como si no hubiera pasado nada. Todavía se ven estas manifestaciones entre campesinos, gente desplazada o desprotegidos de la fortuna.
Se suministran pastas o medicamentos para evitar el llanto y las expresiones de aflicción entre los parientes más cercanos.
Se cambian los temas de la conversación eliminando los relacionados con el muerto.
La gente muere en el hospital o en los gerontocomios e inmediatamente se lleva al crematorio para desaparecer el cadáver que de inmediato sale de la circulación.
Si hubiera velación, se hace fuera de casa, en lugares apropiados con numerosas salas de velación, simultáneamente y numeradas para orientara a los deudos y evitar lamentables confusiones que podrían conducir a llorar equivocadamente otro cadáver.
La simultaneidad de varios muertos, da la sensación de un ambiente neutral e irreal, tranquilizante poco propicio para la aflicción primitiva.
La conversación en los velorios se orienta a los temas sexuales, políticos o familiares, con escasa referencia al muerto. Se ha reducido apreciablemente el tiempo de los rituales y se privilegia la hora del mediodía para no faltar a la oficina a las actividades habituales.